Porque te alegra
26 de Julio, 1949, puerta del Hotel Victoria, dos de la madrugada (cuarto encuentro)
“…Bueno…adiós.. veremos que nos depara el destino….”
(ella sonríe y se pierde en la sombra de las enredaderas que empapelan todas las paredes verdes del hotel enjalbegado)
Un año más tarde, a unos 100 kilómetros del lugar del cuarto encuentro
“…Nos vemos. Cuidate mucho. Que te trate bien la vida…”
(ella sonríe, coge la mano de su novio, y lo ve alejarse…)
Cuatro años más tarde, a unos 600 kilómetros de la frontera hacia el este.
“...(ninguna palabra, lágrimas cristalinas y gruesas que caen lentamente por las mejillas de ella. Ojos brillantes, de mirada fija y decidida en él. Corazones debilitados por el tiempo y el destino…Silencio, entendimiento, amistad, profundo cariño…)”
….
29 de abril, 1955, 22: 30 de la noche. La luz de la cocina de la casa está encendida
“…Brindaré por los dos…”
(Ella no sabe por qué lo espera esta vez. Él llega. Sereno y más hablador de lo habitual. Ella tímida, pero relajada, con alegría contenida. Frases que parecen no terminarse consciente o inconscientemente….
¿Por qué no se escogieron nunca hasta ese momento? ¿Algún día lo hicieron?
libertad