Marzo de 2004 supuso un morir en muchas cosas y personas que habían sido prácticamente inamovibles en mí en los ocho años anteriores y, al mismo tiempo, un renacer en otras nuevas y en algunas olvidadas de no usarlas. En ese renacer, al principio, el entusiasmo, además de mis incondicionales queridos y cercanos de siempre, lo pusistéis, como un regalo venido del cielo, vosotros. Posiblemente si no me hubiéseis dado directamente una clave para que participara en un proyecto que me ilusionó en otra época, y en el que todo el “diseño y acondicionamiento de interiores” (fotos, cambios de portada con las estaciones, frases, música y mil detalles más), recaía en el “alma de este proyecto” (el Semielfo), no hubiera empezado a escribir nunca en un blog. Estoy prácticamente segura. Yo no hubiera podido sacar tiempo ni fuerzas –fueron años duros también de trabajo-, ni hubiera querido –a esto había que sumar mi “descreimiento” sobre el mundo de la blogosfera-. Luego, el vosotros se hizo más grande, dentro (cuantaslunas, aquistoy, kaótico, ráfaga, suprema ambigüedad, loaime…), y también fuera (Nostak, Bo Peep, Ybris, Exagerada, Amélie, Insanity, Manuel H, Isthar, Olimpia, Dulcinea, Fernando Sarría, Uma, Clarice Baricco, Ella y su orgía, Edanmir, Desmartes, Ferfo, Uno que mira, Elendaewen, Misántropo, Esperanza, Prazsky, “mis anónimos queridos” y más, que perdonad, ahora mismo no tengo en mente, pero que no olvido). Y mis ganas ya estaban puestas, y mi corazón entregado. Constante y comprometida con lo que me engancha, a veces con más fortuna a veces con menos, durante estos casi tres años y medio, he intentado compartirme con vosotros y aprender, aprender a manos llenas. De lo que me decíais en vuestros comentarios, de lo que escribíais en vuestros blogs, y de cómo lo decíais, intentando incluso aventurarme a escribir de formas distintas a como lo había hecho anteriormente (aunque esto posiblemente no lo haya conseguido). Mi gratitud inmensa por dejarme compartir y por compartiros también vosotros conmigo. He aprendido. He crecido. Tanto. Que es inmensa, inmensa. Mi gratitud.
De forma natural, nos íbamos alternando en los post escritos. Cuando la vida de algunos de los miembros del Pandemonium se “apretaba”, otros respondían durante esa época, y al contrario. Pero sin obligaciones, como queríamos, como nos apetecía. A nuestro ritmo. A nuestro gusto. Con libertad... Desde esta libertad, miro atrás ahora, y veo que mis post han monopolizado este lugar de encuentro común demasiado tiempo…Ya sé, ya sé, que ha sido todo natural y espontáneo. Lo sé. Pero, aún así, gracias por permitirme usar este espacio de todos. Sí, porque es un espacio de todos. Eso no puedo olvidarlo. El Pandemonium (“lugar donde hay caos y desorden”) nació con una vocación no personalista, nació como un lugar cuya "grandeza" e "identidad" residían en la mezcolanza, en la riqueza de la diversidad. Nació como un proyecto conjunto, y a mi juicio, no creo que tenga demasiado sentido de otra forma.
Por eso, como dijo tan bien Exagerada: "os dejo con amor como una magnífica rareza"
Mil gracias por todo
Que seas felices, muy muy felices
P.D…Esta es la melodía que ahora suena en mis oídos y con la cual sigo caminando (Av Längtan Till Dig, de Asa Jinder. Si entráis en el Pandemonium Musical podréis oírla en sueco, y leerla al mismo tiempo en castellano aquí)
"Toda una vida viví pensando que no existías
pero en mis sueños siempre te tuve cerca
tan cerca y creí que te había encontrado
pero tú estabas en otro lugar.
Cada vez que encontré a alguien
me daba cuenta que tu no estabas allí
Imagínate todos los abrazos que dejé por ti,
porque yo sabía que tu existías y me esperabas.
Todos los días que he caminado cansada y triste
para encontrar a la persona más hermosa del mundo.
Fue simple y lindo:
Tu me dijiste que me esperabas, y yo te creí.
Me podía imaginar un cielo en este mundo, y lo vi.
Tu me pediste que viviera mi vida siempre cerca de ti
yo contigo caminé y siempre todo lo que he soñado estaba ahí.
No hay nadie que haya llamado a mi corazón como tu,
con todo tu ser logras borrar la pena y tristeza
todas las sombras, todo la oscuridad.
Todo desaparece y junto a ti veo la luz
cuando sale el sol.
Imagínate toda los abrazos que dejé por ti.
Porque yo sabía que tu existías y me esperabas.
Todos los días que he caminado cansada y triste
para encontrar a la persona más hermosa del mundo"