Vamos a jugar a ese cuento que si te beso despiertas
“….deja que te cuente el cuento de los sentimientos/ deja que practique con tu cuerpo el lenguaje de las manos/ súbete a mi barca desnuda que mi cuerpo es verano/ vamos a contradecir al mundo hagamos lo claro oscuro/ vamos a contar mentalmente cuanto duran los besos/ vamos a comprobar si nuestros cuerpos propagan el calor/ vamos a jugar a ese cuento que si te beso despiertas…”
…Por fin he parado, en la cola que rodeaba toda la manzana, mientras esperaba a que me tocara renovar mis documentos, he parado…Una vez le leí a Bertrand Russell que había dos tipos de aburrimiento, el “embrutecedor” y el “enriquecedor”; y, que, por tanto, sólo había que escoger el segundo para salir de la desidia. Quizás con las ocupaciones pase un poco lo mismo, aunque yo siempre he puesto empeño en encontrarles “la gracia” incluso a las que podrían considerarse “embrutecedoras”. Y cuando lo haces, de pronto, y como siempre ocurre en la vida, de forma inesperada, viene un atracón de las otras ocupaciones, y entonces, entonces, no puedes parar. Tienes que abrir tus sentidos (y tu mente) y empaparte de todo lo que la vida te está ofreciendo, como un regalo. Abrirte. Escuchar. Aprender…Pero ya, ya las circunstancias piden otro ritmo, un respiro, un despiste de más de segundos, un irme a mi mundo porque no me interesa tanto este…y escucho letras movidas y aflamencadas mientras hago la maleta y sueño…: arena mar calma risas atardeceres de sur pescaito frito largos paseos por la playa siempre descalza amaneceres dulces esa chiquilla que fui y la siento allí de nuevo Platero su cuadra su casa las lecturas en las que aprendí a adjetivarlo yo tú vosotros nosotros miradas recuerdos deseos y de nuevo ganas …
“….deja que practique con tu cuerpo el lenguaje de las manos/ súbete a mi barca desnuda que mi cuerpo es verano/ vamos a contradecir al mundo hagamos lo claro oscuro/ vamos a contar mentalmente cuanto duran los besos/ vamos a comprobar si nuestros cuerpos propagan el calor/ vamos a jugar a ese cuento que si te beso despiertas…”
…Por fin he parado, en la cola que rodeaba toda la manzana, mientras esperaba a que me tocara renovar mis documentos, he parado…Una vez le leí a Bertrand Russell que había dos tipos de aburrimiento, el “embrutecedor” y el “enriquecedor”; y, que, por tanto, sólo había que escoger el segundo para salir de la desidia. Quizás con las ocupaciones pase un poco lo mismo, aunque yo siempre he puesto empeño en encontrarles “la gracia” incluso a las que podrían considerarse “embrutecedoras”. Y cuando lo haces, de pronto, y como siempre ocurre en la vida, de forma inesperada, viene un atracón de las otras ocupaciones, y entonces, entonces, no puedes parar. Tienes que abrir tus sentidos (y tu mente) y empaparte de todo lo que la vida te está ofreciendo, como un regalo. Abrirte. Escuchar. Aprender…Pero ya, ya las circunstancias piden otro ritmo, un respiro, un despiste de más de segundos, un irme a mi mundo porque no me interesa tanto este…y escucho letras movidas y aflamencadas mientras hago la maleta y sueño…: arena mar calma risas atardeceres de sur pescaito frito largos paseos por la playa siempre descalza amaneceres dulces esa chiquilla que fui y la siento allí de nuevo Platero su cuadra su casa las lecturas en las que aprendí a adjetivarlo yo tú vosotros nosotros miradas recuerdos deseos y de nuevo ganas …
“….deja que practique con tu cuerpo el lenguaje de las manos/ súbete a mi barca desnuda que mi cuerpo es verano/ vamos a contradecir al mundo hagamos lo claro oscuro/ vamos a contar mentalmente cuanto duran los besos/ vamos a comprobar si nuestros cuerpos propagan el calor/ vamos a jugar a ese cuento que si te beso despiertas…”