Enséñale (a ella) que los planetas se pueden ver reflejados en los charcos. Enséñale (a él) de dónde viene la lluvia. Lo mejor de los opuestos es que en realidad están pegados.
Como sé que vas en serio no te cuento el chiste del chiquitín que estaba triste porque no sabía si era niño o niña pues al mirar para abajo los cojones no le dejaban ver si tenía las zapatillas azules o rosas.
Así que habrá que mirar hacia los charcos para ver si se reflejan en ellos las estrellas. Que del revés es muy difícil.
8 no pudieron callarse:
las dos cosas no puede ser?
Enséñale (a ella) que los planetas se pueden ver reflejados en los charcos.
Enséñale (a él) de dónde viene la lluvia.
Lo mejor de los opuestos es que en realidad están pegados.
Claro que pueden ser. De hecho, son. Ahora ¡te pegas cada leche!
Sin embargo, en los charcos también habitan las estrellas. Un beso.
Y de mirar abajo me perdí el cielo y de mirar arriba no viste mis pies nuevos
¡Uy!, la chiquilla esa no sabe el juego que pueden dar los charcos...
Besos orgiásticos.
Quizá es que se reflejan en el agua.
Saludos.
Como sé que vas en serio no te cuento el chiste del chiquitín que estaba triste porque no sabía si era niño o niña pues al mirar para abajo los cojones no le dejaban ver si tenía las zapatillas azules o rosas.
Así que habrá que mirar hacia los charcos para ver si se reflejan en ellos las estrellas.
Que del revés es muy difícil.
Abrazos
Dónde coincidisteis?
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