Atlanta (ATA)
Nos esperaban. Yo no lo sabía, pero los diversos controles para entrar en el país - escaners, control de pasaportes, escaners, más control de pasaportes, fichaje-registro “ad eternum” de nuestras huellas dactilares, preguntas aparentemente irrelevantes que se repetían y, el re-cheking final del equipaje-, iban a ser gratamente compensados con la amabilidad y la paciencia de quienes nos esperaban desde hacia horas… Nada más emprender el camino por las grandes autopistas de la zona metropolitana, me di cuenta de que, al menos esta vez, sólo iba a ejercer de “voyeur” de los nativos y de sus costumbres, porque en mi estancia, iba a coincidir mayoritariamente con personas que estaban “de tránsito en aquel lugar”, durante más o menos tiempo, y cuya procedencia era de lo más variopinta: desde Mozambique a Cachemira, pasando por nuestra querida Mancha...
1 no pudieron callarse:
Las vivencias y las percepciones se me acumulan hoy, quizás también por el jet lag. Así que he decidido dividirlas.
B.
Publicar un comentario
<< Home