Cambiando de coordenadas
En noviembre de 2004, escribí aquí:
"Dos colores. Dos grises. Gris más intenso en los alrededores y gris más claro en el centro, en un compacto bloque central. Gris más intenso en la costa este y en la coste oeste, gris más claro en el interior, en un compacto bloque central ( Illinois parece una pequeña mancha en el centro)...No dejo de mirar el mapa de los Estados Unidos impreso en una de las páginas centrales del periodico de hoy. También lo miraba ayer, y antesdeayer cuando no eran grises definitivos...desde diferentes ópticas, con gafas, sin ellas...grises!?...Hoy, cuando me encuentre con mi compañera de Carolina del Sur, la del despacho del otro lado del patio, la jefa del servicio de idiomas, sé que me voy a acercar a ella, le voy a decir qué tal...y... que por favor me explique, me cuente, quiénes son y cómo piensan los ciudadanos de Kansas, de Oklahoma, de Arkansas, de Misuri, de Misisipi, de Arizona, de Montana o de Texas... necesito conocerlos, saber algo más de ellos para entenderlos...y eso que los periódicos se imprimen en blanco y negro..."
Quizás ha llegado la hora de cambiar de coordenadas. La distancia casi nunca fue buena aliada del entendimiento. Y la indiferencia, como táctica, siempre me pareció demasiado simplista (e incluso vanidosa). Procuraré liberarme lo que pueda de mis quehaceres y acercarme con sigilo, delicadeza y atención...también al jazz y a la música negra -aunque con sus ancestros siempre me sentí más reconciliada-...
"Dos colores. Dos grises. Gris más intenso en los alrededores y gris más claro en el centro, en un compacto bloque central. Gris más intenso en la costa este y en la coste oeste, gris más claro en el interior, en un compacto bloque central ( Illinois parece una pequeña mancha en el centro)...No dejo de mirar el mapa de los Estados Unidos impreso en una de las páginas centrales del periodico de hoy. También lo miraba ayer, y antesdeayer cuando no eran grises definitivos...desde diferentes ópticas, con gafas, sin ellas...grises!?...Hoy, cuando me encuentre con mi compañera de Carolina del Sur, la del despacho del otro lado del patio, la jefa del servicio de idiomas, sé que me voy a acercar a ella, le voy a decir qué tal...y... que por favor me explique, me cuente, quiénes son y cómo piensan los ciudadanos de Kansas, de Oklahoma, de Arkansas, de Misuri, de Misisipi, de Arizona, de Montana o de Texas... necesito conocerlos, saber algo más de ellos para entenderlos...y eso que los periódicos se imprimen en blanco y negro..."
Quizás ha llegado la hora de cambiar de coordenadas. La distancia casi nunca fue buena aliada del entendimiento. Y la indiferencia, como táctica, siempre me pareció demasiado simplista (e incluso vanidosa). Procuraré liberarme lo que pueda de mis quehaceres y acercarme con sigilo, delicadeza y atención...también al jazz y a la música negra -aunque con sus ancestros siempre me sentí más reconciliada-...
10 no pudieron callarse:
Ya os contaré a la vuelta. B.
Oh... Pues hasta la vuelta.
Saludos.
Hablando de indiferencias e inferencias...de nuevo coíncido contigo...en este hoy repleto de soles... los grises han de ser nítidos....para ser distinguibles.
Buen viaje a donde "fuere", (no dudo de tu competencia para entender-lo todo y expresar-lo mejor)
POr aquí quedaré marchitando instantes.
Olimpia.
La distancia no ayuda a entender.
Pero ayuda a sentir para cuando la distancia desaparece.
Cuéntanos a tu vuelta lo que hayas comprendido desde tus cercanías.
Yo también me alejaré de aquí para acercarme a otros lugares. Guardaré todo lo que pueda para contároslo.
Besos
Joder, ¿adónde te vas ahora? Menudos últimos dos meses que llevamos, eh, amiga?
Un besote, anda. Y llámame, please.
Nuria
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
feliz viaje!, el jazz siempre será una excelente compañía
besos
Esperando la vuelta y que llenes de color todos los grises. Salu2.
Espero tenga los debidos frutos el viaje o el regreso:)
Un abrazo, Libertad
El mundo entero es gris profundo tirando a negro (viva el jazz, por cierto)...Y no serán Estados como Kansas o Arkansas, ni mucho menos Tecansas, quienes lo pinten de azul.
No es que no puedan, que pueden. Es que no saben.
No diré que es que no quieren. Creo que tienes razón: a todos nos hace falta un poquito más de jazz; bien escuchado, claro.
En cuanto al racismo, sólo se me ocurre huir, venga de donde venga.
Yo me voy a Lanzarote con mi hija ¿Y tú?
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