El subconsciente, que es muy raro…
…Con 14 años ya me atraía la idea de esconderme detrás del objetivo de una cámara para poder observar lo que abiertamente me parecía demasiado atrevido hacerlo. Fue entonces cuando me apunté al curso de fotografía que el profesor nuevo del Colegio quiso impartir por las tardes al finalizar las clases. Las técnicas no me interesaban mucho, pero el salir fuera con cámara en mano y hacer fotos, era impresionante. Me encantaba mirar, todo y a todos, e intentar captar justo en el preciso instante, la mejor de las sonrisas, el gesto más despreocupado, la mirada más tierna, la sombra del sol en el camino, el ángulo más misterioso de la iglesia del pueblo, o el de la casa de la esquina, que daba a la carretera encerrada entre sauces, que no olvidaría…Más tarde, en el verano de 3º B.U.P, un amigo me convenció de que nos apuntáramos a otro curso juntos. En esta ocasión lo impartía un fotógrafo dedicado casi exclusivamente al retrato. A menudo paseaba por la calle, con la cámara colgada del brazo, y me fijaba en la cara de la gente, en quién me llamaba la atención, en quién me inspiraba, en quién quería inmortalizar en mi cuaderno recién estrenado –esta vez ya estrené cuaderno- de aspirante a “mirona aficionada pero profesional”. Entonces soñaba incluso con habilitar un cuartito algún día en casa para poder revelar yo misma mis fotos…
…No sé muy bien qué pasó con aquella pasión –no suelo olvidarme yo de las pasiones…-, ni mucho menos dónde quedaron los conocimientos aprendidos –de los que sí suelo olvidarme, aunque me sigue molestando que así sea-, no sé si es que dejó de atraerme la idea de esconderme detrás de una cámara para observar abiertamente, porque gané en atrevimiento y perdí en vergüenza, si es que se desvaneció en mí la necesaria curiosidad del que quiere observar y plasmar en una instantánea lo que ha observado o que aquella pasión se transformó, mutó, cosa que me alentaría…Aunque a veces vienen a mi cabeza recuerdos y pienso que todo cambió cuando en mi cuaderno empezaron a desaparecer caras conocidas …¿Dejé de hacer fotos sólo porque me dejó mi primer novio?... No puede ser, no….
…No sé muy bien qué pasó con aquella pasión –no suelo olvidarme yo de las pasiones…-, ni mucho menos dónde quedaron los conocimientos aprendidos –de los que sí suelo olvidarme, aunque me sigue molestando que así sea-, no sé si es que dejó de atraerme la idea de esconderme detrás de una cámara para observar abiertamente, porque gané en atrevimiento y perdí en vergüenza, si es que se desvaneció en mí la necesaria curiosidad del que quiere observar y plasmar en una instantánea lo que ha observado o que aquella pasión se transformó, mutó, cosa que me alentaría…Aunque a veces vienen a mi cabeza recuerdos y pienso que todo cambió cuando en mi cuaderno empezaron a desaparecer caras conocidas …¿Dejé de hacer fotos sólo porque me dejó mi primer novio?... No puede ser, no….
1 no pudieron callarse:
jajajaja...muy bueno E.Murillo
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