59´´
Estaba distraída, intentando buscar una posición que me permitiera estar cómoda, dejando reposar mi cara sobre el cojín del sofá, cuando oí su voz. Contundente, segura, experimentada, tremendamente ágil, capaz de resistir cualquier asalto y de dejar a cualquier posible contrincante fuera de juego. Miré entonces hacia la televisión. No lo recordaba así. Eran más tímidas sus palabras antes y creo que menos convincentes sus argumentos, creí percibir incluso “cierto aire de suficiencia” en su actitud...La moderadora dio paso entonces a otros comentaristas de la noche que siguiendo su turno fueron haciéndole preguntas. Los más brillantes, los menos, ninguno parecía hacerse notar ni desdeluego despertar mi interés salvo en lo concerniente a él. Seguí escuchándolo – ya en posición erguida, con la espalda recta, las piernas cruzadas encima del sofá y abrazando el cojín con mis brazos- y, entonces, atenta, me di cuenta en medio de su elocuencia…, entendí sus palabras, su aplomo e incluso su actitud: daban igual los conflictos partidistas internos sobre los que pretendían sonsacarle sin éxito los demás miembros de la mesa, poco importaban ahora los posicionamientos pasados de determinados dirigentes políticos frente a la guerra de Irak o frente a Bush, lo único importante para él era transmitir en los segundos que tenía que más allá de las decenas de matizaciones posibles objetivas y subjetivas, existía la posibilidad de que Oriente Próximo empezara a caminar en paz, existía la posibilidad de diálogo entre Europa, América, Asia (dijo “África” también…es político, claro…pero quiero creer que llevado por un entusiasmo poco habitual…) y, quizá la proeza de que 25 países distintos pero con valores comunes pudieran exportar lo aprendido en cuanto a ganas y experiencia de conciliación. Solana ya no es español, es sobre todo europeo…y aunque comparto una buena parte de los argumentos que no darían el sí a la Constitución Europea el próximo 20 de febrero (poco social, apresurada, lejana al ciudadano de a pie, poco social de nuevo …), no puedo sino manifestar aquí mi anhelo de llegar a serlo realmente también. Un anhelo que muy posiblemente comenzó cuando unos cuantos europeos decidieron pocos años después de la segunda guerra mundial intentar borrar sus rencillas, ser pragmáticos, y mirar siempre, aunque a pequeños pasos, hacia adelante…
E.Murillo
E.Murillo
1 no pudieron callarse:
...Ehh!!! ¿Dónde estáis todos?
...es que febrero, y mira que son los carnavales, no es mi fuerte...
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