Hoy sigues estando tú
Todavía recuerdo el poema de Blas de Otero que describía exagerada, pero en parte acertadamente, las infinitas prohibiciones que los adultos nos imponían a los niños, más antes que ahora, durante la infancia: "...no hables, no te muevas, no te rías....no respires".
Supongo que fue una de ellas la que me llevó a dar en el colegio clases especiales de léxico, vocabulario y matemáticas, dejando a un lado el solfeo. Y supongo que otra, el que me invitaran a irme del coro de la iglesia, después de aquella reestructuración absurda y ridícula. Incluso cuando tocó estudiar música, decidieron que un libro grueso, con pastas rojas, sustituyera a la iniciación en cualquier instrumento. Después, la impaciencia, junto con la curiosidad siempre presente por aprender demasiadas cosas, me hizo a penas tocar la guitarra por el sistema de números. Hoy, entre mis sueños, sigues estando tú, y aprender tus aún para mí misteriosas notas...pero, hoy, me importa menos el tiempo, el que me queda, y el que tengo, o quizá más. Y, de las prohibiciones, ya no me acuerdo. Ya no existen, y de hacerlo, ya nos la oigo...Hoy he cogido el viejo libro de música que guardo y lo he abierto por la primera página...
E. Murillo
Supongo que fue una de ellas la que me llevó a dar en el colegio clases especiales de léxico, vocabulario y matemáticas, dejando a un lado el solfeo. Y supongo que otra, el que me invitaran a irme del coro de la iglesia, después de aquella reestructuración absurda y ridícula. Incluso cuando tocó estudiar música, decidieron que un libro grueso, con pastas rojas, sustituyera a la iniciación en cualquier instrumento. Después, la impaciencia, junto con la curiosidad siempre presente por aprender demasiadas cosas, me hizo a penas tocar la guitarra por el sistema de números. Hoy, entre mis sueños, sigues estando tú, y aprender tus aún para mí misteriosas notas...pero, hoy, me importa menos el tiempo, el que me queda, y el que tengo, o quizá más. Y, de las prohibiciones, ya no me acuerdo. Ya no existen, y de hacerlo, ya nos la oigo...Hoy he cogido el viejo libro de música que guardo y lo he abierto por la primera página...
E. Murillo
2 no pudieron callarse:
De algo aparentemente tan instrascendente como querer aprender música a estas alturas haces algo trascendente. Ese final sobre que has abierto el libro de música por la primera página sugiere mil cosas. Enhorabuena!
A mi me quedan varias frustraciones o asignaturas pendientes que había dado por perdidas, Y te juro que acababa de decidir que una de ellas no la iba a dar por perdida cuando he leido lo tuyo.
Y no sé..., pero a veces me gusta creer que hay algo de magia en lo cotidiano. Gracias
...Ahora ya, si que tengo que seguir por la segunda...Gracias a vosotros.
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