La llama
En una terraza pequeña bajo el cielo del norte ha brillado una pequella llama. Iluminaba, tenue, rostros amigos, sonrisas sinceras, palabras verdaderas y cariño, mucho cariño.
Os habéis ido,por ahora.
Y hay amigos nuevos.
Nos sentamos en el mismo sitio,con la misma llama y nos fuimos a la cama,pero no apagamos la llama esa noche.Quizá,desde un avión de madrugada o en la madrugada de Madrid podáis ver la llama que os dejamos encendida para que encontréis de nuevo,cuando queráis, el camino a nuestra casa.
Tanis el semielfo
1 no pudieron callarse:
No dejes que esa llama se apague.
Ojalá que tus distancias se midan siempre en metros. Que tus ausencias se resuelvan con aviones o teléfonos.
Ojalá que nunca tengas que saltar un abismo abierto en un silencio.
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