Con la música a otra parte
El trompetista descorazonado vendió sus partituras para comprarse un corazoncito nuevo,aunque fuera pequeñito,de todas formas ya tocaba de oído. Suerte que cuando fue a los grandes almacenes había ofertas por exceso de stock y compró un corazon enorme,rojo brillante. Ni siquiera al equipo quirúrgico le costó adaptarselo a su pecho;un cortecito aquí,una costurita acá...listo.Después de la operación ,con su corazón nuevo,cogió su trompeta y se fue con la música a otra parte.
Tanis el semielfo
1 no pudieron callarse:
¿Y así curamos los corazones?
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