Cuando salgas de viaje al Pandemonium, has de pedir que el viaje sea largo, lleno de aventuras y de aprendizajes. Que sean muchas las madrugadas en que tus ojos entren en puertos que tu ignorabas, y vayas a ciudades para aprender de los que realmente saben.
No importa que no llegues al final, es mejor que no fuerces al destino y disfrutes de este viaje.
És preferible que dure mucho y que seas ya viejo cuando fondees en tu destino, rico de todo lo que aprendiste en el camino, sin esperar mayores riquezas que lo aprendido, y que la riqueza de viejos y nuevos amigos.
Más lejos, debes ir más lejos que esos árboles que te aprisionan, que esas puertas, que esas fronteras. Más lejos, sin mirar atrás, sin pararte más que para respirar. Más lejos que el hoy, más lejos que el manana. Y cuando creas que te acercas: sigue caminando y busca nuevas sendas y nuevos signos que te lleven más allá.
Buen viaje para los guerreros de la luz, para los buscadores de senales; que sople el Dios del viento las velas de su barco, que le lleve a otros puertos donde nos dejemos de nuevo sorprender, por el amor, el conocimiento y el placer.
Que se llenen nuestras redes de estrellas de aventuras y conocimiento y que encontremos las sendas de los viejos anhelos, llenos de aventuras y llenso de conocimientos.