10 Noviembre de 2005

Hoy he comido en un restaurante chino, nunca pense que volveria a comer en uno –no soy yo muy aficionada a ellos, y menos en Escocia-, pero la sonrisa de la mujer que estaba en la puerta, me ha invitado a entrar… Despues me he sentado en una mesa lateral, hoy tambien necesitaba algun rincon donde sentirme mas abrigada, mas protegida, donde nadie pudiese verme -no me gusta que me vean cuando no sonrio-…He pedido lo primero que se me ha ocurrido, mejor dicho, que ha indicado mi dedo indice, hoy tampoco me apetecia hablar, ni esforzarme, y mirando por las grandes cristaleras que aqui tienen casi todos los lugares, y viendo a la gente pasar, he intentado imaginarme a mi misma la semana pasada por las mismas calles, he intentado buscar mi sonrisa, mi brillo en los ojos, mi desenfado, mi alegria, mi fuerza, mi paz…He intentado traer a mi cabeza todo lo bueno que tengo, todo lo bueno que me ha pasado en los ultimos tiempos, la sensacion del trabajo bien hecho que experimente hace poco mas de un mes cuando se habian desmontado los focos y todo aquello habia terminado, viendo, de fondo y entre bastidores, con una sonrisa mezcla de orgullo y satisfaccion a mis hermanas, a las dos, alli, conmigo, como siempre habia imaginado; la alegria de sentirme absolutamente privilegiada del ultimo fin de semana antes de viajar hasta aca, cuando paseaba con mis amigos por las calles del centro de Madrid, sin tiempo, sin rumbo, a sabiendas de que el rumbo no importaba, y como si todo el tiempo nos perteneciera; el campus de la Universidad tranquilo, de domingo de octubre a mediodia, con mis amigos sentados en un banco; el sabor del chocolate caliente casi derramandose por las comisuras de mis labios mientras observaba a la gente pasar desde el sofa de aquella cafeteria de Edimburgo y tambien a mi amigo…Y, entonces, ha venido la mujer china, la de la sonrisa que estaba en la puerta, y me ha dicho que si se podia sentar conmigo, que ella tambien estaba sola, y yo, he dudado unos instantes, pero rapidamente he asentido, -“of course”- he dicho, sonreia …y sin hablar ni una palabra, hemos comido. Al terminar, sin prisas, me he despedido, y ante mi sorpresa, la mujer no me ha dejado pagar, me ha dicho que vuelva, que otro dia pagare. Que me desea una buena tarde y que hay muchos sitios para pasear en la ciudad…Yo al principio he titubeado, no sabia que hacer ni hacia donde dirigirme, por un instante he tenido cierto sentimiento de irrealidad, y ahora no conscientemente, he vuelto a ver pasar rapidamente todos los momentos que habia traido antes a mi cabeza, y me he dado cuenta de que todos y cada uno de ellos, incluida la mujer china que me habia invitado, eran reales, vividos, estaban ahi, en mi presente mas inmediato, y entonces he reparado en mi suerte, he sonreido, y he caminado energicamente hacia la puerta. Pero antes de salir he vuelto la cabeza y he preguntado en voz alta: donde iria usted a pasear?...