Baílame el agua
...Anda, vente....He descubierto un sitio nuevo... Ahí al lado, de verdad, no hay que ir lejos, en la barranca, en el otro lado del río, pero allí mismo. ¿Qué no sabes dónde es allí? Ya imagino, pero no te preocupes, yo te indico, yo te llevo, no te preocupes... Es que, verás, cuando al atardecer las nubes despiadadas pasan en días de diciembre como hoy por delante del sol, eclipsándolo, y sus últimos rayos intentan permanecer, su luz tenue pero penetrante rebota en las montañas y es espectacular su reflejo sobre el agua. Espectacular!...Y me encantaría que lo vieras tú también...conmigo, que lo viéramos los dos, realmente, que yo lo vea cuando tú también lo veas, a la vez. Acercáte, anda, y déjame que te diga bajito...En ese tiempo, el silencio no se puede romper con nada, con nada que no sea un susurro. Bueno, no, no creo que ni siquiera con un susurro, pero...también me gustaría susurrarte al oído, y...que estés, allí... Ven, anda, acompañame, sígueme... .Estoy dispuesta a dejar incluso que te sonrojes y me desvíes la mirada cuando yo te mire fíjamente durante todo el tiempo, como al agua...pero ven, bailame, bailame el agua, sólo allí, sólo en ese tiempo, sólo a mí...
3 no pudieron callarse:
Hola!Yo no sé quién eres, pero me apunto a bailarte el agua...
mmmm...¿un desconocido?
Sencillamente delicioso.
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