Mientras aquí caía una estrella fugaz, allí... otra se iba al cielo...
Ahora te sientes tan solo.
Durante demasiado tiempo llenaste tu vida con su diagnóstico, con su angustia, con la tuya, con su incertidumbre y con tus certezas. El resto no importaba, eran solo gotas de lluvia que apenas rozaban tu coraza.
Y ahora, de repente, no quedan más que sus recuerdos...
bueno...
tal vez...
Y mañana, cuando te despiertes, será hora de sujetar de nuevo en condiciones ese cielo que se te estaba cayendo encima. Y si los peques están cerca, estará bien que le pintes un arco iris, que yo sé que lo han echado de menos.
Tendrás que ir de compras: revitalizador de corazones, dos kilos de rutinas nuevas, un tetrabrik de ilusiones, otro de paciencia, siete barritas de energía (una para cada día), una sonrisa resistente , algunas lágrimas...para una emergencia y un par de lentillas de colores.
¡Buenos días de nuevo!
5 no pudieron callarse:
Habra que recomenzar, con certezas nuevas ,con camitas repletas de vida, arcoiris pintados y un amigo.
Si :-) , a pesar de todo, hay que seguir adelante. Como dice Serrat:
Que hay que empezar
un día más.
Tire pa'lante
que empujan atrás.
;-)
Quizás sólo hay una cosa cierta. Por muchas "n" veces que nos caigamos, siempre hay que levantarse n+1.
Me has conmovido.
Un abrazo
Gracias, Libertad :-). Me gustaría contaros algo:
Esto se lo he escrito a un amigo muy especial. Tiene dos niños pequeñitos y estaba casado con una chica maravillosa a la que diagnosticaron un cáncer hace unos 4-5 años. El cáncer no respondió a ninguna de las terapias que se utilizaron y el viernes pasado tranquila, en casa, sin dolor, pudo descansar al fín.
Yo sé que va a encontrar las fuerzas para seguir, porque él es muy fuerte -aunque piensa que no-, pero me imagino pocas cosas más duras que lo que a él le ha tocado vivir.
Me gustaría que pudiera sentirse tan arropado y querido como ella se sintió siempre a su lado.
Gracias, Auroraboreal por contárnoslo. Gracias. La realidad es tan dura y tan insoportable a veces. Pero, quiero creer que la fuerza no sabe de fronteras. Desde aquí toda la que tengo. Un abrazo.
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